Sabores vividos/1

ggm«Soñaba con comerse mis riñones hervidos en sus propios caldos amoniacales, con la sal de piedra, pimiento picante y hojas de laurel y me dejaba hervir lento en las malvas incandescentes de los atardeceres efímeros de nuestros amores sin porvenir, me comía de pies a cabeza con unas ansias y una generosidad de viejo que nunca más volví a encontrar en tantos hombres apresurados y mezquinos que trataron de amarme sin conseguirlo en el resto de mi vida sin él…»

Gabriel García Márquez
El otoño del patriarca

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